Nacen otoños en tus párpados
y te veo más hermosa que nunca.
Mil primaveras
nunca fueron suficientes
para describir la alegría
de rozar tus mejías
con la carne de mis labios.
Me dices algo
y arden leños
en la fogata de tu boca.
La miel de tu mirada
flota en el ambiente
y arranca
la danza de los cisnes
al compás
del movimiento pausado
de tus níveas manos.
En tu cabellera azafranada
se enredan mis mariposas.
En tu cuello
nacen arcoíris
y torrenciales cascadas
de agua fría.
En tus dos pechos
Sagitario flecha a Casiopea
y le hace el amor
al compás de la sinfonía
de cuerpos celestes
que rinden pleitesía
a tu celestial estampa.
Acontece todo esto
ante mi mirada hipnotizada
y se arremolinan vientos
de suspiros profundos
que nacen
de mi alma enamorada.
@SolitarioAmnte / vii-17
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